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10-11-2018
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Tras la publicación del Decreto Reglamentario de la Ley de Generación Distribuida mediante energías renovables, Marcelo Álvarez, presidente de CADER, consideró que “si se dan condiciones de financiamiento y de incentivo fiscal” favorables, la autogeneración se desarrollará rápidamente en la Argentina.
El viernes pasado, el Poder Ejecutivo publicó el Decreto que la reglamenta la Ley de Generación Renovable Distribuida, N°27.424 (DESCARGAR Decreto 986/2018), con su respectivo Anexo.
Si bien aún quedan puntos sin reglamentar, como el Artículo 7, que fija que toda construcción de edificios públicos nacionales deberá integrar fuentes de energía renovable distribuida, o el Artículo 12, inciso b, que fija el valor de la tarifa de inyección de cada usuario-generador, según fuentes oficiales, las resoluciones técnicas que dé vida a aspectos como estos se publicará en los próximos días.
En diálogo con este medio, Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), celebra la publicación del Decreto Reglamentario.
“Creemos que la generación distribuida es el camino, que genera mayor impacto en las economías regionales, mayor empleo, más trabajo pyme”, enfatiza.
Acerca del Decreto, el dirigente observa que “es solvente en términos de dejar abierta la puerta a resoluciones posteriores, permitiendo que dependan de la autoridad aplicación para que vaya corrigiendo o modificando las cosas en función de lo que demanda el mercado”.
Consultado sobre el objetivo que se propuso el Gobierno, de que en los próximos 12 años se instalen 1.000 MW fruto de esta Ley, Álvarez reflexiona: “creo que considerando el contexto actual no es poco, pero tampoco es un objetivo agresivo”.
“Si se generan las condiciones de contorno para esos 1.000 MW, el resto va a venir solo. Es decir, si se dan condiciones de financiamiento y de incentivo fiscal, y se generan las condiciones de borde para que los proveedores puedan bajar los costos a partir de desarrollo de escala, el mercado sólo va a superar el objetivo”, explica el titular de CADER.
Y agrega: “no preocupa tanto la meta como el éxito en la adopción del marco regulatorio, porque acá el Estado no estará comprando sino que será un mercado de privado a privado. Es decir, si al mercado se le permite crecer, los 1.000 megas serán ampliamente superados”.
Según estimaciones oficiales, con la Ley en marcha un hogar con consumo promedio de 300 kWh mensual, en la región del AMBA, tardará unos 7 años en recuperar la inversión destinada para la compra de paneles solares fotovoltaicos. Pero tal inversión rondará entre los 3 y 4 mil dólares. La idea es que con el paso del tiempo los costos caigan.
Es por ello que para Álvarez, el inicio del proceso será lento. “Al principio va a costar arrancar, porque las tarifas aún están subsidiadas, las tasas están por el aire y porque llevará tiempo una curva de aprendizaje, pero una vez que pase eso, la distribuida debería crecer rápidamente”, considera.
La adhesión de las Provincias
Por otra parte, para el presidente de CADER será fundamental la adhesión de las provincias a esta Ley. Es por ello que enfatiza en que la Cámara se está ofreciendo como facilitadora entre Nación y provincias para despejar dudas.
“Con esto buscamos que se respete la autonomía de cada una de las jurisdicciones y tratar de generar un mercado a nivel nacional que desde lo técnico no tengan diferencias significativas, y que permitan a las empresas tener una escala de mercado nacional, pero al mismo tiempo respetar la autonomía en términos tarifarios y regulatorio o incentivos que ya tenga vigente cada provincia”, explica Álvarez.
Fuente: www.runrunenergetico.com