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24-11-2017
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El grafeno, un singular material que consiste en una sola capa de átomos de carbono colocados en una retícula hexagonal similar a la de un panal de miel, podría ser la clave para lograr una mayor eficiencia en una nueva generación de paneles solares.
Las celdas solares del tipo DSSC (basadas en tintes) no dependen de materiales raros o caros, por lo que podrían resultar más rentables que las celdas solares basadas en el silicio y en las tecnologías de fabricación de películas delgadas. Pero no son tan buenas para convertir la luz en electricidad.
En las celdas solares basadas en tintes los fotones impactan en los electrones del tinte y los hacen desplazarse hacia una capa delgada de dióxido de titanio que los conduce al ánodo.
El equipo de Yun Hang Hu, profesor de ciencia e ingeniería de los materiales en la Universidad Tecnológica de Michigan, ha descubierto que agregando grafeno al dióxido de titanio se aumenta su conductividad, produciendo un 52,4 por ciento más de corriente en el circuito.
La excelente conductividad eléctrica de las hojas de grafeno les permite actuar como puentes, acelerando la transferencia de los electrones desde el dióxido de titanio al fotoelectrodo. Esto podría hacer del grafeno un ingrediente decisivo en la próxima generación de celdas fotovoltaicas.
El equipo también ha desarrollado un método práctico para la creación de láminas de dióxido de titanio con el grafeno incorporado.
El nuevo enfoque es un modo barato y fácil de aumentar la eficiencia de las celdas solares. Pero hay que usar la cantidad exacta de grafeno; si se usa demasiado absorbe la luz en la celda solar y reduce su eficiencia.
Fuente: www.noticiasdelaciencia.com